Con el tiempo, y por las influencias climáticas y las propias características del pienso, se formarán depósitos en las paredes y tolvas en el interior del silo no permitiendo su principal función: garantizar que el pienso almacenado en su interior se mantenga fresco y salubre para la alimentación de los animales, siguiendo las exigentes normativas internacionales.
El almacenamiento de piensos en silos es la forma más común de almacenamiento de piensos a granel en la mayor parte del mundo. Los silos son un sistema perfecto de almacenar el pienso, ya que reducen el desperdicio y protegen el pienso de los fenómenos climáticos y de las plagas, como los pájaros y roedores. Los silos también permiten a los ganaderos aprovechar las ventajas económicas de comprar pienso a granel y suministrarlo fácilmente mediante sistemas de alimentación en la nave o en comederos. Sin embargo, los silos deben limpiarse a fondo al menos una vez al año, para garantizar que el pienso almacenado en su interior se mantenga lo más fresco y salubre posible.
YourSiloCleaning ha desarrollado un procedimiento de limpieza de silos que mejora las prácticas actuales para la limpieza de los silos de alimentación animal. El proceso en húmedo ofrecido por YourSiloCleaning es el más eficaz y preferible para la limpieza de un silo. Usando el método húmedo, se pueden añadir además desincrustantes y desinfectantes adecuados durante el proceso la limpieza.
Nuestras recomendaciones para una revisión del estado de nuestros silos de pienso:
Recomendamos una revisión visual, al menos una vez por semana, y debería incluir:
Revisión externa del silo, revisar si la tapa está cerrada, si no tiene golpes, fugas o mal funcionamiento.
Revisión externa de la base, para detectar fracturas en la base de hormigón, fugas o pienso tirado, que puede atraer roedores.
Revisión de la escalera y accesos, debe ser segura y estar limpia de lodo, nieve o hielo.
Revisión de la tapa. Debe abrir y cerrar perfectamente desde abajo.
Revisión del alimento. Se debe considerar la cantidad, el olor, el color, la consistencia y los finos.
Revisión del interior del silo, para comprobar si existe humedad, si hay finos pegados en las paredes, si hay riesgo de hongos, o formación de bloques de alimento en las paredes.
Revisión de la bota, revisar si esta engrasada y alineada la transmisión, si no existen fugas obstrucciones y que la tornillería esté en su lugar.
Revisión de las compuertas de salida, para verificar su funcionamiento, que no están demasiado abiertas o demasiado cerradas y garantizar el flujo de alimento.
Revisión de los tornillos de las anclaje del silo, para garantizar la estabilidad.
Revisión de los tubos de conducción, ya que algunas veces presentan desgaste. Estos puntos de revisión ayudan a mantener tu alimento y tus silos en buenas condiciones.
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